domingo, 18 de agosto de 2013

HONOR Y GLORIA A LA DIESTRA DE DIOS AL PADRE DE MI PATRIA.


EL PADRE DE MI PATRIA
Reflexionemos sobre algunos aspectos de su vida, de sus procedimientos, de su entrega, de cómo el hombre se impuso sobre sí mismo, de su conducta, de cómo se paró y caminó ante su historia.
Analicemos su abnegación y entrega a todos los sacrificios que sean necesarios en pos de la causa, ver su estado subalterno personal aplastado por el interés institucional de las 4 Naciones que visitó.
Es que sólo entrando en la intimidad del misterio  de su pensamiento, lograremos ver la luz que ilumina sus actos y es que es relativamente fácil  hacerlo, con sólo leer sus cartas y las cartas de sus contemporáneos y relacionarlos con la historia se llega ligeramente al corazón y mente del héroe.
La acción fecunda de sus actos no es más que el reflejo instantáneo de su espíritu y allí queremos llegar allí el núcleo duro y la esencia de su pensamiento. Allí sí.  Allí está, el camino señero que tanto andamos buscando los argentinos.
Como seres humanos del mundo transitamos 4 senderos de la historia en un mismo tiempo, en primera persona y en el hoy mismo.
El hijo de Dios nos hizo libres en la elección de nuestro destino individual y personal, así entonces transitamos la historia, del mundo de la Patria, de la familia y la historia propia, si bien esos senderos están en un plan general divino, donde hay participación del espíritu santo, soy yo el que elijo el  proyecto y el plan de mi vida, tengo entonces la posibilidad otorgada por Dios de fijar mi propio rumbo, la brújula para transitar el sendero autoimpuesto es mía y soy el único responsable.
La grandeza de la historia no está centrada entonces en el azar, sino en el obrar de mi yo donde la acción, los actos y la defensa de los valores y principios  es una decisión que tiene compromiso con las cuatro historias que cabalgo al mismo tiempo, o no.
Decirle sí a la historia es decirle sí a la vida, sí al compromiso con participación en el proyecto y en el destino final de las 4 historias.
El General Don José de San Martín conocedor, estudioso y habiendo participado en la historia del mundo con Inglaterra, Francia y España conocía plenamente el devenir del Hombre y la historia.
Desde cadete aún niño y con sólo 15 años eligió el camino del compromiso de su vida por ideales y para eso estuvo siempre con un arma en la mano, así se forjó, pero cuando fue líder siempre se alejó de ella.
Fue un hombre de trincheras, de principios y valores de compromiso social, político, espiritual, con los enfermos, los débiles, los pobres, en lo grande en lo chico, en lo sencillo y siempre silencioso, humilde y firme y valedero para cumplir su plan de vida, su historia.
El sabía desde siempre que al arribar a estas tierras con sólo 33 años debería comenzar a escribir otra historia, su historia grande .
Sabía y sentía que la historia venidera lo juzgaría, sabía que su presente sería pasado , sabía que era observado y registrado por ella, es que tenía una profunda formación en la historia del mundo y eso lo marca claramente sus 600 volúmenes de su biblioteca personal.
Entonces al advertir la luces siempre encendidas actuó en consecuencia, cada gesto, cada palabra, cada paso fue pensado en pos de la posteridad.
Dos grandes compañeros jamás lo abandonaron, el silencio pensativo y la soledad del silencio, ambos brazos para construir su imagen que cuidó y pulió como un artesano.
No puedo dejar de admirar al hombre de carne y hueso, que el pueblo y la historia subieron al merecido pedestal de donde jamás bajará.
Cómo no hacerlo cuando siendo Teniente coronel decide recorrer nuevos rumbos, todos inciertos y peligrosos en su tierra natal, como si se revelara sobre quienes lo cobijaron 25 años de carrera .


Cómo no admirarlo en la carga inicial de San Lorenzo sólo para demostrar liderazgo, bravura , heroísmo y aventar sospechas de traición.
Siempre supo donde iba , siempre un paso delante de los hechos que vendrían, siempre con respeto y de eso, sabe el General Belgrano cuando lo va a relevar a Salta.
Firme con Dorrego cuando le falta el respeto al creador de la bandera y lo destierra a Santiago del Estero.
Estratega del repliegue cuando se recluye en Córdoba para presionar que lo manden a Mendoza con su plan Cordillerano y marítimo.
Estratega del ataque político cuando Rivadavia le impone  como Gobernador al Coronel Pedriel, lanzándole el pueblo encima para lograr que salga de Mendoza entre los cerros al llano.
Cuando le dijo sí a la historia, todo lo hizo bien, fue un iluminado, y solo, jamás pudo haber sido tan certero en sus juicios.

Su temple , su serenidad y sus actos convirtieron su cuerpo en templo sagrado, es que no puede haber sido tan eficiente sin la ayuda del Espíritu Santo, no lo pueden haber seguido tantos hombres y todo un pueblo si no era un hombre poco común, era un diferenciado como hombre, como soldado y como político.
No sólo era un elegido, sino que lo elegían sus pares, en el Congreso de Tucumán lo querían de Presidente, en Chile de Presidente, en Perú ídem, en el Ejército Libertador lo eligieron sus subalternos, en Mendoza lo echaron a Pedriel y en la rada de Buenos Aires unitarios y Federales le propusieron la presidencia.
No era un hombre común, era de carne y hueso pero todavía nadie igual apareció por estas tierras.
Valió siempre más por los pasos atrás que por los adelantes.
Atrás en Tucumán cuando dijo por aquí nada se gana es por el Oeste.
Atrás de nuevo en Tucumán cuando no acepta el Congreso.
Atrás cuando no cumple la orden de Rivadavia de volver para luchar contra sus hermanos en una guerra civil fraticida que ponía en riesgo la libertad de América. Eso sí, decidió, pero también lo hizo un consejo de guerra convocado por él mismo.
Atrás cuando Renuncia en Rancagua entregando un sobre a Guido para que los oficiales eligiesen el nuevo comandante en Jefe por haber caducado ya el mandato del gobierno de Buenos Aires que lo designó..
Atrás cuando no acepta hacerse cargo de Chile y atrás cuando rechaza grados y sueldos.
Atrás en Guayaquil con Bolívar para salvar la causa final.
Atrás cuando no cumple órdenes de la Logia Lautaro.
Atrás cuando se hace cargo de todos los poderes menos el Judicial en Lima.
Tres veces atrás en una sola tarde, en la estancia La Magdalena en Perú cuando no a presidente, no a diputado y no al Ejército peruano.
Atrás cuando renuncia a permanecer en su Mendoza encantada y se va a Buenos Aires donde tampoco soporta los infundíos y se embarca sólo con su hija en el medio de la ignominia y la soledad del puerto.
Pero 8 años después deja sus jardines en Francia y regresa al mismo puerto que lo vio partir, pero ahora era ya el interlocutor único y capaz de ordenar el fandango de fusilamientos, traiciones y persecuciones entre unitarios y federales todos de uno y otro bando, le ofrecen bajar para hacerse cargo del momento histórico …y otra vez atrás después de pensarlo 4 meses en Montevideo.
Qué hombre conocen uds que lo haya imitado , cómo pudo elegir a sus plantas francesas y no a gobernar el país que lo aclamaba desde la rada ?
Porque entre todos ellos estaban quienes habían sido sus subalternos leales en los campos de combate y no sería él verdugo de muchos de ellos ya descarriados, no era su tarea.
Es que sabía claramente qué es lo que iba a ocurrir tiempo después, era un líder político visionario, reconocía con anterioridad los tiempos por venir y qué se debía hacer para cambiarlos, era un experimentado político, decidía cómo tal, cómo estadista.
Poseía un enorme concepto del bien, la tranquilidad y la felicidad de los pueblos, este simple pensamiento lo acompaña en todas su decisiones, por ejemplo cuando le agradece una carta a Toribio de Luzuriaga gobernador de Mendoza  cuando le dice ¨Quiera la suerte que el ejemplo de lo pasado haga que las conductas en lo sucesivo observen,sea dirigida al bien y la felicidad de todas esas provincias. Dios lo inspire para formar un centro de impulsión que de respetabilidad a esos pueblos y haga el bien, once años de desgracias deben enseñarnos la carrera que debemos seguir para que nuestros hijos gocen con honor y tranquilidad los bienes de nuestra independencia.¨
Impresionante… qué sentido de la unidad, la familia, el pasado, el presente, el futuro, los hijos, la historia, el escenario actual, la conducta del político dedicado al futuro, impresionante, es aquí donde vale y pesa mi general y no sobre el corcel blanco.
RANCAGUA
Claro que sí, durísimo con los Carreras cuando pasaron la cordillera después de la derrota de Rancagua en Chile pretendiendo dar instrucciones ya en Mendoza, cárcel y enclaustramiento como escarmiento.
Incomprensible tal vez mi general con la presencia de un Monteagudo auditor del Ejército de los Andes, tan cerca suyo, un fusilador implacable aún de dos héroes como los hermanos Carreras que murieron por orden de Buenos Aires en tiempos de Cancha rayada en tierras Mendocinas. Eran tiempos de enfrentamientos entre rivales externos e internos pero éstos cómo siempre, eran peores, eran de vida ó muerte y así lo pagaron estos dos hermanos patriotas fusilados abrazados aún después de su muerte. Tal vez se temía según Miller que ante un revés los que fusilen hubiesen sido los Carreras. Tiempos desgraciados de la revolución, pero su tiempo mi general.
Y… cuando el comandante enemigo español huye de Santiago de Chile abandonando el cofre con las cartas de los españoles y chilenos  que le escribían perteneciendo ellos a su grupo privado y de apoyo, todos ellos ahora, a merced  de San Martín y sin protección ya de los opresores.
Un hombre como el que sabía el poder que le daban esa cartas en sus manos, él que le había hecho escribir a 4 sacerdotes cartas durante 2 años desde Mendoza para engañar a los españoles.
Era el tiempo de la venganza, de desenmascarar a los traidores, eso se pagaba con la cabeza en la pirca en la plaza, el destierro y el desmantelamiento de sus pertenencias.
Sólo pide que le traigan el cofre con las cartas, ordena prender un fuego al alcance de la mano, exige soledad absoluta y en silencio comienza a leer una por una quemándolas con la última letra de cada traidor, ordenó jamás revelar  y sólo su tumba conoce quienes defeccionaron a la luz de las mieles del poder.
Pero sabía de la trascendencia del rencor, la venganza, los  odios sobre la unidad y la paz interior que tanto necesitaba para seguir al Perú su causa final.
Atrás… siempre atrás, antes que adelante y cuando fue adelante fue para conquistar causa de los pueblos, libertad e independencia, nunca las suyas personales, antes las instituciones, pilares básicos de la nacionalidad argentina que ayudó a fundar.
Siempre eligió correctamente cada uno de los senderos que le puso la historia, pocas veces se equivocó.
Desgraciadamente para él como hombre triunfador y digno seguidor de causas nobles donde fue sembró admiración, envidia, reconocimiento popular, rivalidad política, coraje cívico y militar, orden y desorden, es que siempre molestó a los cobardes, mediocres y tibios.
En Perú, Chile y Argentina fue acusado de querer ser Rey en aquellas tierras durante su estadía y después de ella allá en el alto y aquí en Mendoza.
San Martín conocía muy bien que el tratado que proponía no sería aceptado por el gabinete de Madrid pero el viaje de ida y vuelta de los comisionados le permitiría afianzarse en el Perú y comprometería definitivamente a los Jefes Realistas a aceptar la causa de la independencia.
Se quejaba el héroe de haber sido vilipendiado, “Usted figuró demasiado en la revolución” lo acusaban .
Cómo no verlo recorriendo la Bahía de Valparaíso pasando revista a la escuadra que estaba cubierta de buques listos para zarpar al Perú navegamos esas aguas con la Asociación Cultural Sanmartiniana Cuna de la Bandera y la vimos inmensa  e increíble, una multitud jubilosa los despedía a ellos que iban llenos de dudas por la cubierta del barco, cubierta de coraje sacrificio y fe.
AYACUCHO
Y en la Victoria final en Ayacucho allá en Perú, de los 5000 que partieron sólo 90 soldados y 10 oficiales vieron la enseña flamear victoriosa.
Cuánto sacrificio , cuántas muertes, cuánta estrategia combates, batallas, kilómetros en mula caballos y a pie, sin las provisiones que nunca mandaron ni Argentina ni Chile, cuántas tormentas en el mar, desiertos sin agua, alturas sin aire, asesinatos en masa de los españoles en los valles peruanos, idas y vueltas, éxitos y fracasos, cansancios, fatigas, privaciones y allá solos abandonados, lejos de su Patria … ahijuna ladinos!!! que desde un escritorio frente a la plaza los condenaron al ostracismo durante la guerra en un acto de traición y después de la guerra cómo desprecio final.
Los hombres del General llegaron hasta la catacumbas del Callao para liberar del encierro impiadoso a que fueron sometidos mas de mil prisioneros a los que llevaron caminando desde el alto Perú hasta el mar 1000 kilómetros encadenados, sólo 85 sobrevivieron al calvario de una década.
Liberados, se les ofreció volver a sus casas , ninguno lo hizo, se alistaron nuevamente a órdenes del Generalísimo.
Relatos estos a colación para por un instante advertir en nuestras conciencia y nuestros corazones cuánto sufrió nuestro general y cómo lo trataron después .
Tratando claro que en la historia no se vuelva a repetir tanta injusticia.
Y entonces pensaba lo siguiente el único jefe que partió de Chile y llegó a Ayacucho el general extranjero Miller ” Fuera un acto justo y político de los gobiernos reunir y reconocer a estos valientes desgraciados que gimen en la miseria y yacen en el abandono un justo reconocimiento porque a sus esfuerzos y sacrificios deben su existencia como gobiernos.”
“Los doctores que tanto aman desplegar su elocuencia en escritos bien aliñados, debieran citar como ejemplo a estos veteranos y en vez de llenar sus discursos y producciones con esas pedantes y eternas alusiones a los héroes de Grecia y Roma que frecuentemente hacen ininteligible su lenguaje a la masa del pueblo”
“En lucha tan desigual me decidí a abandonar mi fortificación silenciosa y adoptar  otro sistema de operaciones”.
Le escribía a su amigo Guido ”Me querían prender como a un facineroso a mi llegada de Mendoza , me echaron partidas sobre el camino, yo sé despreciar de mi vida, pero no de mi vida pública, no voy a permitir el ultraje para que echen un borrón sobre mis actos.”
Desconfiaban desde los escritorios del puerto, entonces el puerto, hoy la General Paz, los actores son los mismos, los hombres de acción y de coraje del interior deben desaparecer entre las bambalinas del poder, es que no querían mostrar a un héroe, a un soldado, a un líder, lo tenían que esconder, perseguir expatriarlo o matarlo.
Así sufrió desde que salió del Perú hasta su muerte.
Atrás cuando sus generales lo impulsaban a aniquilar a los Españoles en el Callao, Cinco veces les intimó rendición y sin disparar un solo cartucho se apoderó de la guarnición fortificada más importante de América. Como suave y humana describen los godos esa capitulación que para los sitiados fue un gran acto de traición que se fueron por el mar y volvieron a los Valles de Jauja sin dejarles víveres o combatir para liberarlos. El gran Capitán suave y humano, sí lo era .
Pero sí cruzó ocho veces los andes a lomo de mula, pero una de ellas, sólo para llegar tarde a San Juan para que Monteagudo no fusile a sus antiguos camaradas Españoles a los que tanto respetó en la victoria. Siempre fue magnánimo con los estandartes del éxito.
Es que antepuso a sus intereses personales, políticos, sociales militares y familiares los perennes intereses de la Nación y su futuro, los ciudadanos y su felicidad.
Sabía que su misión era trascendente, fundamental y fundacional, sabía que no podía fallar y corrigió el rumbo permanentemente para llevar el barco a buen puerto.
Estuvo, está y estará en el núcleo duro, en la esencia de todo buen argentino que se sienta partícipe en los destinos nacionales, nadie que quiera ser, podrá omitirlo, pues sus pasos están escritos a fuego en el camino de la identidad nacional.
Pobre mi Patria querida 200 años y casi nadie le copia al Gran Capitán.
Pero no todo era así “Excelentísimo Don José de San Martin Generalísimo de Estado y Fundador de la Libertad del Perú Ud con sus esfuerzos determinó la suerte de un vasto continente y como ciudadano es el primero que tributa a la ley”.
Y sigue “Sus talentos militares y virtudes cívicas serán reconocidos por el Perú y respetadas por las altas potencias”
Pero tenemos esperanzas, creemos, confiamos y deseamos que vengan jóvenes que lo quieran emular, que quieran seguir la senda inmortal.
Esta es la hora del ser y el hacer, al igual que el pecador levantémonos todas las veces todas y sigamos el rumbo marcado, seamos extremadamente radicales con el respeto a su historia, celosos custodios de su legado, él nos guía, a nosotros nos toca dar testimonio de aquella verdad humana y militar.
Ellos lo hicieron, nosotros debemos copiar, con sólo eso alcanzaría.
El General Don José de San Martín un hombre que se templó en la naturales adversidades comunes de la vida, un año preso en barco, herido al ser asaltado, corrió en el Puerto de Cadiz cuando al General le reclamaron su entrega a los Franceses, se salvó en San Lorenzo, se salvó de las emboscadas de muerte de Rivadavia, fracasó en varias estrategias como la rebelión incipiente de los Peruanos, la incomprensión de Bolívar pero todas esas malas noticias fueron el fuego donde se forjó un hombre que se tomó los 10 años de su vida pública, a la tremenda, no dio ni pidió cuartel a sus responsabilidades.
Aún ya retirado al recibir a Lavalle en el barco le contesta reconociendo la situación del pueblo de Buenos Aires en cuanto a la falta de unidad y el encono de las pasiones, advierte que el ofrecimiento lo involucraba y comprometía ”Yo no podía aceptar sus ofertas porque José de San Martín poco importa, pero el General San Martín da mucho peso e inclina la balanza y tú sabes le dice a Ohiggins que he sido enemigo de las revoluciones, que no podía ponerme al servicio de una de ellas para ir contra la otra…”
Lavalle, aquel jefe de un escuadrón de Granaderos a caballos en Riobamba se retiraba al trote de la batalla y mandó volver sobre sus pasos para cargar sobre el enemigo confundido en una carga brillante matando 4 oficiales y 52 soldados, el venía después de fusilar a Dorrego a buscarlo para pacificar el país, a él también debía someter y no estaba dispuesto a cargar ahora sobre sus héroes de la independencia pero indisciplinados contemporáneos del poder.
“Cuando Bolívar fue al Perú yo tenía 8000 hombres, podía sostenerme y arrojarlo, pero jamás iba a dar el escándalo de una guerra civil entre dos hombres que trabajaban por la misma causa y prefería resignar el mando”.
Esa misma actitud observó para con Lavallejas y Ribera, jefes beneméritos pero en discordia.
Se supo mantener incorrupto antes la luchas intestinas de uno y otro lado del Plata.
Por eso creemos que podemos seguir y seguir relatando miles de hechos que definen al General cómo un Santo Varón porque para ser santos se requieren virtudes heroicas, los santos lo adquieren durantes sus actos como hombres comunes y luego deviene ese estado especial con la gracia  de Dios Padre todopoderoso.
4 mulas llevaban los 4 altares que a lo largo de la cordillera donde la columna tenía tres días de marcha siempre la tropa tuvo un altar cerca para escuchar misa, 4 altares.
Quiere decir que la oración, la mortificación y el trabajo eran constates atributos del general.
Como fueron los momentos durísimos de su vida pública y militar en que el hombre decidió con tanta certeza el destino de las Patrias que visitó.
El Protector del Perú reasumió el mando a su regreso de Guayaquil, se presentó en público el 20 de Septiembre de 1822 vestido de etiqueta en el salón de los diputados del Congreso, donde quitándose la investidura asignada al cargo que ejercía del Poder Supremo, manifestó que desde aquel momento renunciaba a su autoridad en manos de los representantes del pueblo.
Esa misma noche ante  la sorpresa y las lágrimas del incrédulo Guido se fue a dormir al barco anclado en el Puerto.
Qué determinación para analizar, decidir y actuar, sin dudar, en soledad, qué firmeza ejemplar, y me voy y para que no duden y crean que, lo que digo, lo hago, me voy ya al puerto, que consecuencia entre sus sentimientos mundanos y la dirección estratégica ética y digna de sus actos.
Qué había en su cuerpo transformado en templo, sereno humilde y firme para advertir ese presente  tórrido y el devenir histórico de sus pasos … ”no esperemos recompensas de nuestras fatigas y desvelos, y sí solo enemigos, cuando no existamos, nos harán justicia..” es que con perfección aceptó la trascendencia como fin último sobrenatural” Dice el Doctor Juan Carlos Grisolía en Arquetipo.
“Arquetipo, ejemplar, modelo, ideal, prototipo, representante, paradigma, sirve de unidad ejemplar y modelo al entendimiento y a la voluntad de los hombres” según la real academia Española.
Eso tenemos en la historia Argentina, un arquetipo, alguien a quien imitar, seguir y comprometernos con los designios de Dios que lo acompañaron indiscutiblemente en la tierra y hoy lo tiene a su lado.
Un año después de regresar del Perú, lo expulsaron, 30 años después de su muerte lo trajeron, 200 años demora la Nación para llevar el arquetipo a las escuelas, a los niños, a los jóvenes, a la educación, para que ellos tengan una causa ejemplar donde reflejar su débil y enclenque figura en formación.
Dolor y pena por nuestros niños y jóvenes sometidos a ver las peores miserias del ser humano durante todo el día por una televisión perversa y anodina. Cuánto vale para el futuro nacional que nuestra juventud reconozca los esfuerzos de tantos hombres y mujeres que murieron para que la identidad nacional reluzca en los corazones de nuestro pueblo, 200 años y falta mucho.
Es que la historia fría del pasado de nada vale a la luz de la experiencia del presente y su proyección futura por eso valen tanto el análisis de las actitudes del prócer.
La pobreza, hoy en tapas de todos los diarios del mundo, San Martín en las máximas nombra dos veces a los pobres, hace ya 200 años también se preocupaba por los pobres del mundo.
” Estimular a Mercedes en la caridad de los pobres”
“ Dulzura para criados, pobres y viejos”
Y lo quieren humanizar para eso los chatarreros de la historia, los que recogen los refritos de la sartén que desecharon los grandes historiadores por datos falsos y mentirosos hacen libros contra su dignidad para humanizarlo.
Pues que lo estudien, que lo lean y verán un hombre cabal digno de estar en el pedestal que lo puso el pueblo luego de evaluarlo.
La luna, está el sol brilla, el norte no se mueve, el camino se conoce, el arquetipo ya nació, sólo hay que marchar, marchemos.
Finalmente tomamos las Palabras del Dr. Juan Casiello quien en 1950 en Rosario decía ”los pueblos robustecen su unidad espiritual, definen su fisonomía moral y se encuentran a sí mismo, cuando se identifican en el común propósito de enaltecer a quienes los forjaron, les dieron su aliento vital y dibujaron perfiles singulares para distinguirlos y diferenciarlos entre todos los que integran la familia humana”
¡¡¡ Viva el General San Martín. Viva mi Patria Argentina !!!

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